La inteligencia emocional es un aspecto fundamental en las aulas, en nuestras vidas, que ha irumpido con más fuerza que nunca en nuestro día a día. Es tiempo de darle el lugar que le corresponde y centrarnos más en el ser, que en el saber. Estamos intentando adaptarnos a una nueva forma de ver, enseñar y aprender y no podemos olvidarnos de la realidad que nos acontece. Lo importante ahora es que nuestro alumnado le ponga nombre a sus emociones, conozcan la realidad que vivimos y disponga de estrategias para adaptarse a esta nueva situación. A vosotros familias, acompañarlos en sus emociones, se trata de cuidar sus emociones pero también las vuestras.
La Inteligencia emocional se define como la habilidad para percibir, comprender y regular las emociones de forma precisa con el objetivo de mejorar el desarrollo personal . Es muy importante que desde edades tempranas, se trabajen las emociones como una forma de conocimiento a nivel personal y de regulación del comportamiento.
Todos conocemos la importancia de sentirnos bien para poder afrontar nuestro día a día. De igual forma los niños necesitan sentir una gran seguridad emocional, que la construyen con nuestro modelo y otorgando nombre y lugar a sus emociones. Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de salud emocional, no es estar feliz de forma continúa, eso es una situación irreal. Se trata de saber gestionar y controlar todas nuestras emociones,las positivas y las negativas, todas son importantes. Es fundamental que no trasmitamos a los niños y niñas que hay que estar siempre bien y feliz, porque es una situación poco probable y tienen que aprender a afrontar y validar todas sus emociones.
Proporcionar un lugar prioritario a las emociones, es asegurarnos un camino de bienestar personal y académico. Caminar juntos entre familias y profesionales, para conseguir que los niños crezcan y aprendan desde la emoción, dando lugar y nombre a sus emociones debe ser una labor compartida y apasionante para todos.
En el siguiente enlace encontrarás unas orientaciones que he elaborado sobre inteligencia emocional y que están basadas en el maravilloso libro de Élia López Cassá "Educar las emociones en la infancia (de 0 a 6 años): reflexiones y propuestas prácticas". Para poder ver las orientaciones, copiar y pegar el enlace en una nueva ventana:
ORIENTACIONES INTELIGENCIA EMOCIONAL FAMILIA
Para promover la inteligencia emocional se trabajan una serie de capacidades emocionales. Estas capacidades están basadas en un referente en inteligencia emocional como es Rafael Bisquerra. En el modelo pentagonal de competencias emocionales de Bisquerra (2000, 2002); Bisquerra y Pérez (2007), las competencias emocionales son las siguientes:
1. Conciencia emocional: Tomar conciencia de sus propias emociones y la de los demás. 2.Regulación emocional: es la capacidad para manejar sus emociones de forma apropiada. Cada niño utilizará estrategias diferentes, lo importante es que cada niño identifique que estrategia es la que mejor se adapta al niño. Algunos niños en un momento de rabieta utilizarán una pelota antiestrés, técnicas de relajación, saldrán durante un tiempo determinado a un sitio que les proporcione más tranquilidad., etc..
3.Autonomía Emocional: Incluye a promover la autoestima, actitud positiva ante la vida, responsabilidad, sentido crítico.
4.Habilidades sociales: conjunto de capacidades para mantener buenas relaciones con otras personas.
5.Habilidades para la vida y el bienestar: capacidades para adoptar comportamientos apropiados y responsables.
A continuación, se expondrán recursos para fomentar las dos primeras competencias:
1.RECURSOS PARA FOMENTAR LA CONCIENCIA EMOCIONAL
- Crear un diccionario de emociones y la respuesta que tiene que tener ante las mismas para gestionarlas
Pueden asignar a cada una de sus emociones las situaciones, que le provocan alegría, enfado, rabia, etc..La forma de hacerlo puede ser con fotos, pictogramas, dibujos, escribiendo. Se puede utilizar una libreta, cartulinas donde estén cada una de las diferentes emociones y ir colocando cada una de esas situaciones, pensamientos, en su emoción correspondiente.
Cada niño utilizará una estrategia diferente para regular sus emociones, lo importante es que la identifique. Habrá niños que ante una situación donde esté experimentando ira o enfado, utilice técnicas de relajación, pelota anti - estrés, etc...
Para realizar el diario en una libreta, cartulina, cajas para poner cada emoción, se pueden utilizar los imprimibles de los siguientes enlaces:
Otros recursos imprimibles de las emociones:
- Técnica del frasco de la felicidad: consiste en escribir en un papel qué es lo mejor que les ha pasado durante el día. Hablamos de cosas sencillas, como una buena nota en un examen, una comida rica, algo que salió mejor de lo que se pensaba. Este papelito se ha de doblar e introducir en el bote. Aunque parezca sorprendente, estas pequeñas frases se graban en el cerebro casi sin querer.Cada seis meses, se abre el frasco, que para entonces estará bastante lleno, y se leen todos los mensajes positivos de cuanto ha sucedido al grupo y familia durante los últimos meses.
- Promover pensamientos positivos a diario como “hoy va a ser un gran día” y se pueden escribir frases motivadoras en diferentes sitios.
- Reforzar su autoestima con mensajes como “tu puedes hacerlo”. Es fundamental que ellos sientan, que creemos en ellos y que ofrezcamos una mirada hacia sus posibilidades positiva, ayudándolo también a conocer sus puntos débiles y ofreciéndole apoyo y pensamientos positivos.
- Leer diferentes cuentos de emociones. En estos enlaces encontrarás diferentes libros.
- Recursos web donde encontrarás actividades:
2.RECURSOS PARA FOMENTAR LA REGULACIÓN EMOCIONAL
Dibujar sus emociones para regularlas, mientras se están experimentando.
Frasco de la calma: es una herramienta para ayudar al niño cuando está nervioso. Cuando se agita el bote, podemos observar cómo la purpurina se mueve de forma descontrolada, como cuando se está enfadado o frustrado.
El cuento Respira lo explica de manera sencilla: “Cuando estás nervioso, eres como este bote que se agita. Toda la purpurina está moviéndose y no puedes ni pensar. Entonces, respiras profundamente mientras observas cómo la purpurina va cayendo y se deposita toda ella en el suelo. El agua queda transparente, como dentro de ti, si te sabes tranquilizar. Cuando el niño está nervioso, enfadado, irritado... agita el bote frente a sus ojos para que desvíe su atención hacia los patrones y movimientos del líquido y la purpurina. Según algunos estudios, mientras los niños observan la caída de la purpurina, pueden organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el niño está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y su mente se bloquea, y al ver la lenta caída del brillo, genera un modelo visual para inconscientemente entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. De esta manera, concentrado en el objeto y en su respiración, se irá calmando paulatinamente. En el siguiente enlace encontrarás instrucciones para poder hacerlo: Crear un diccionario de emociones y la respuesta que tiene que tener ante las mismas para controlarlas. Pueden asignar a cada una de sus emociones las situaciones, que le provocan alegría, enfado, rabia, etc..La forma de hacerlo puede ser con fotos, pictogramas, dibujos, escribiendo. Se puede utilizar una libreta, cartulinas donde estén cada una de las diferentes emociones y ir colocando cada una de esas situaciones, pensamientos, en su emoción correspondiente.Cada niño utilizará una estrategia diferente, lo importante es que la identifique. Habrá niños que ante una situación donde esté experimentando ira o enfado, utilice técnicas de relajación, pelota anti - estrés.
Relajación: en los siguientes enlaces encontrarás recursos interesantes:
Técnica de relajación 1:
Extraído de “Recursos para la educación emocional y para la creatividad” de N.Lemes, S.García, J. García, p.6, 2014). Técnica de relajación 2: Consiste en tensar y relajar diferentes partes del cuerpo.
Extraído de “Recursos para la educación emocional y para la creatividad” de N.Lemes, S.García, J. García, p.6, 2014). Técnica 3 "El cubito de hielo".
Consiste en hablarle al niño y guiarle en la siguiente meditación: "eres un cubito de hielo, rígido, sólido, duro y frío. Encógete con las piernas dobladas y agarradas con los brazos fuertemente. Nota la tensión, aprieta todo tu cuerpo. Ahora observa cómo poco a poco aparece el sol en el horizonte. Empiezas a notar su calor, cómo te va calentado. Despacio ve soltando la tensión pues te estás derritiendo. Poco a poco ve extendiendo el cuerpo hasta quedarte tumbado a medida que el sol te calienta y te vas convirtiendo en un charco de agua líquida. Suelta y relaja todo el cuerpo. Derrítete, suéltate, ya no eres un hielo duro y en tensión, eres agua que fluye por todas partes."
Técnica de la tortuga: https://www.youtube.com/watch?v=PtBi9BVLD6o
Y para finalizar:
"De qué sirve que un niño sepa colocar Neptuno en el Universo si no sabe donde poner su tristeza o su rabia" Jose María Toro, 2015
"Educar desde la emoción, el agradecimiento y la confianza, es el mejor legado que podemos dejar a los niños" Manuela
